¿Qué es un Despido Improcedente?
El despido improcedente se define como aquel en el que la empresa no consigue probar la existencia de una causa justa para la terminación del contrato laboral o no cumple con los requisitos formales establecidos por la ley. Según el artículo 56 del Estatuto de los Trabajadores, este tipo de despido puede ser declarado por un juez laboral cuando:
- No se acredita una causa válida para el despido.
- No se cumplen los requisitos formales, como la falta de entrega de una carta de despido detallando las razones y la fecha del mismo.
- Se vulneran derechos fundamentales del trabajador.
Ante esta situación, contar con el apoyo de Madrid Salinas Abogados, abogados especialistas en Derecho Laboral en Sevilla es crucial para entender tus derechos y las acciones que puedes tomar.
Derechos del Trabajador ante un Despido Improcedente
Cuando un despido es declarado improcedente, el trabajador tiene derecho a:
- Readmisión: La empresa debe reincorporar al trabajador a su puesto de trabajo y pagar los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta la readmisión. El trabajador recupera su antigüedad y condiciones laborales previas.
- Indemnización: Alternativamente, la empresa puede optar por no readmitir al trabajador y, en su lugar, pagar una indemnización. La cuantía de esta indemnización se calcula en función de la antigüedad del trabajador en la empresa:
- 33 días de salario por año trabajado para contratos celebrados a partir del 12 de febrero de 2012.
- 45 días de salario por año trabajado para el período anterior al 12 de febrero de 2012.
- En ambos casos, con un máximo de 24 mensualidades.
Es fundamental estar bien informado sobre estas opciones para tomar la mejor decisión. Madrid Salinas Abogados, abogados laboralistas en Sevilla pueden guiarte en este proceso para asegurar que tus derechos sean respetados.
Pasos a Seguir para Presentar una Reclamación
1. Actuar Rápidamente
El trabajador dispone de un plazo de 20 días hábiles desde la fecha del despido para presentar una reclamación. Este plazo es improrrogable, por lo que es esencial actuar sin demora.
2. Conciliación Previa
Antes de acudir a los tribunales, es obligatorio intentar una conciliación ante el Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC). Este es un trámite administrativo donde ambas partes, trabajador y empleador, tienen la oportunidad de llegar a un acuerdo sin necesidad de acudir a un juicio. Es un procedimiento gratuito y relativamente rápido.
3. Demanda Judicial
Si no se alcanza un acuerdo en la conciliación, el trabajador debe presentar una demanda ante el Juzgado de lo Social competente. La demanda debe incluir:
- Identificación del trabajador y de la empresa.
- Descripción detallada de los hechos que motivaron el despido.
- Alegaciones sobre la improcedencia del despido.
- Solicitud de readmisión o indemnización.
- Pruebas documentales y testificales que apoyen la reclamación.
4. Juicio y Sentencia
En el juicio, ambas partes presentarán sus argumentos y pruebas ante el juez. El trabajador puede contar con la asistencia de un abogado laboralista para reforzar su posición. Tras la celebración del juicio, el juez emitirá una sentencia que puede declarar el despido:
- Procedente: Si se considera justificado.
- Improcedente: Si no se justifica adecuadamente.
- Nulo: Si se vulneran derechos fundamentales del trabajador, como los relacionados con la discriminación o la libertad sindical.
Jurisprudencia y Ejemplos Prácticos
Jurisprudencia
- Sentencia del Tribunal Supremo de 22 de abril de 2010: En esta sentencia, el Tribunal Supremo declaró improcedente el despido de un trabajador por no haberse acreditado la causa objetiva alegada por la empresa. El Tribunal destacó la importancia de que la empresa justifique adecuadamente las causas del despido, en este caso, razones económicas no demostradas con evidencia contable suficiente.
- Sentencia del Tribunal Constitucional de 16 de febrero de 2012: En esta sentencia, el Tribunal Constitucional reafirmó la necesidad de respetar los derechos fundamentales del trabajador. El despido fue declarado nulo porque la empresa no pudo demostrar que las medidas disciplinarias adoptadas no vulneraban derechos fundamentales del empleado, en este caso, la libertad sindical.
Ejemplos Prácticos
- Caso 1
Despido Disciplinario Sin Pruebas: Un trabajador es despedido por presuntas faltas de puntualidad reiteradas. En el juicio, la empresa no puede aportar pruebas suficientes de dichas faltas, tales como registros de entrada y salida o testigos. El juez declara el despido improcedente y ordena el pago de la indemnización correspondiente al trabajador. - Caso 2
Despido por Causas Objetivas No Justificadas: Una empresa alega razones económicas para despedir a un empleado, pero no presenta pruebas contables que demuestren la situación económica negativa. Durante el juicio, se evidencia que la empresa no tenía pérdidas significativas ni justificación suficiente para el despido. El juez declara el despido improcedente y el trabajador es readmitido.
Si te enfrentas a un caso similar y necesitas asesoramiento, Madrid Salinas Abogados, abogados laboralistas en Sevilla están a tu disposición para evaluar tu situación y ofrecerte las mejores opciones legales.
Conclusión
El despido improcedente es una situación que vulnera los derechos del trabajador, pero existen mecanismos legales para impugnarlo. Es fundamental actuar rápidamente dentro del plazo establecido, intentar una conciliación y, si es necesario, presentar una demanda judicial para obtener una resolución favorable. La jurisprudencia en este ámbito refuerza los derechos de los trabajadores y proporciona ejemplos prácticos que orientan sobre cómo proceder en estas situaciones. Contar con el asesoramiento de Madrid Salinas Abogados, abogados especialistas en Derecho Laboral en Sevilla puede ser clave para garantizar una defensa adecuada de los derechos del trabajador.